He de reconocer que desde que ví cómo se hace esta bechamel, y el resultado que da, ya no la he vuelto a hacer de otra manera. La preparas en dos partes, primero la mezcla de mantequilla con harina, la dejas reposar y cuando necesites la salsa, retomas la elaboración y en un pispás lo tienes hecho. Y lo más interesante: sin grumos.
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