A los que vivimos en una tierra donde amamos el marisco, o al menos yo a título personal, no somos muy de experimentar con los ya de por sí sabrosísimos bichos que nos da el mar. No precisan mayor tratamiento que el justo: un vapor, una planchita, un hervor....Pero quizá los mejillones son los más 'sobados' de entre todos. Además de las técnicas anteriores, todos los hemos visto en vinagreta, tigres, en salsa picante,....y en nata. Una receta propia de las islas británicas, tan de actualidad, por cierto, a la hora de escribir este post.
Ingredientes:
1 kg. de mejillones
200 ml. de vino blanco seco
45 gr. de mantequilla
Una cebolla
Dos cucharadas de harina de trigo
250 ml. de leche
125 ml. de nata
Dos cucharadas de zumo de limón
Perejil
Sal marina
Pimienta
Preparación:
- Picamos muy fina la cebolla, salamos y rehogamos en la mantequilla a fuego lento.
- Ponemos los mejillones en un caldero a fuego fuerte con el vino, y los retiramos a medida que vayan abriendo. Reservamos el caldo resultante.
- Cuando la cebolla esté empezando a dorar, añadimos la harina y rehogamos unos instantes para que tueste.
- Añadimos el caldo de los mejillones previamente colado. Mezclamos bien.
- Cuando lo anterior empiece a hervir, añadimos poco a poco la leche.
- Al retomar el hervor, incorporamos la nata y mezclamos bien.
- Salpimentamos y añadimos el perejil previamente picado fino.
- Por últimos añadimos el zumo de limón, removemos, y ya podemos ir incorporando los mejillones y dejar un par o tres de minutos que hierva todo junto para mezclar sabores.
Mira en vídeo cómo se hace esta receta:
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