Un clásico de la cocina española. La carne de conejo (o de pollo) al ajillo constituye un auténtico manjar. En esta receta, inspirada en una de Karlos Arguiñano, nos ahorramos de pelar dientes de ajo, puesto que con una cabeza cortada por la mitad ya tenemos suficiente. Hemos ahorrado el picante por las niñas de casa. En la elaboración original se le puede echar un par de pimientas de cayena para darle rocanról al tema. La hemos acompañado de chips de batata y zanahoria fritas y papas fritas también. Disfrútenla.
Un conejo en trozos pequeños
1/2 vaso de vino blanco seco
Una cabeza de ajos
Tomillo fresco
Sal marina
Pimienta
Aceite de oliva
Preparación:
- Salpimentamos el conejo y lo freímos bien por todos los lados en aceite caliente. Lo reservamos.
- Cortamos la cabeza de ajo por la mitad y la ponemos en el mismo aceite donde hemos frito el conejo.
- Añadimos unas ramitas de tomillo fresco, subimos el fuego y echamos el vino
- Cuando evapore el alcohol, regresamos el conejo a la sartén, bajamos el fuego, tapamos, y dejamos una media horita que se haga a fuego lento.
Mira en vídeo cómo se hace esta receta:
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